La pensión mínima en el sistema previsional contributivo de El Salvador se ha modificado en 8 ocasiones, desde 1998, según los registros históricos de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos).
La pensión mínima en el sistema previsional contributivo de El Salvador se ha modificado en 8 ocasiones, desde 1998, según los registros históricos de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos).
De acuerdo con esta información, cuando el sistema pasó a manos de las empresas privadas, la pensión mínima era de 700 colones, lo que equivalía a $80. Para que aumentara por primera vez después de ese cambio, pasaron cuatro años hasta que se aumentó a $92. Para ese entonces, el país ya había adoptado el dólar como moneda de curso legal y fue hasta 2003 que la pensión mínima subió a $100.
En los años siguientes la pensión se modificó a $114, $119.70, $143.64 y $207.60. En 2021, con una modificación al Presupuesto General de la Nación, se subió la pensión mínima a $304.17.
El último aumento se aprobó en diciembre de 2022, cuando el presidente Nayib Bukele anunció un alza del 30% y esta pasó de $304.17 a $400.
Contribución
Desde la reforma de 1998, por ley el Estado pagaba las pensiones mínimas de los jubilados del sistema previsional, menos la de los “obligados” que cuando se acababa su ahorro, quedaban desprotegidos.
Ante la fuerte carga fiscal y las demandas de equidad de los pensionados, en 2017 se aprobó la reforma a la Ley del Sistema para Ahorro de Pensiones, que creó la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS). Esta es un fondo común financiado por los mismos cotizantes de las AFP para que de ahí salga el dinero para las pensiones mínimas actuales y futuras del sistema.
El dinero para este fondo común se financia con el 6% de un total de 16% de las cotizaciones que aportan los trabajadores y empleadores a las AFP cada mes.
Desde ese año, esta cuenta redujo la presión fiscal para el gobierno, que también tuvo que hacer una reestructuración de plazos de la deuda previsional ante los altos gastos que representaban.
Sin embargo, desde la creación de la CGS, economistas y expertos señalaron que nació deficitaria, es decir que sus ingresos no son suficientes para pagar las pensiones mínimas de los jubilados actuales.
Según el fundador de la Mesa para una Pensión Digna, Patricio Pineda, la pensión mínima es un apoyo financiero para las familias ante el alto costo de la vida, pero el problema ha radicado en la fuente de financiamiento para esta cuenta, pues los ingresos no provienen de los fondos propios del gobierno, sino de las cotizaciones de los trabajadores actuales.
Señaló, por ejemplo, que después del 30% del aumento a la pensión mínima en 2022, el gobierno aumentó en más de $600 millones la colocación de Certificados de Obligación Previsional (COP) para poder financiar esa compromiso que adquirió con los jubilados.