Encontrar empleo hoy en día supone un reto para muchas personas. En diversos sectores la demanda es superior a la oferta, lo que hace necesario no solo contar con buena formación y experiencia, sino también cuidar cada detalle en la primera impresión que se da a las empresas y, en particular, saber cómo responder a las preguntas más delicadas durante una entrevista.

Adriana Carvajal, experta en empleo y extrabajadora de LinkedIn y Google, compartió a través de sus redes sociales (@adri.zip) recomendaciones para afrontar una de las preguntas más comunes en los procesos de selección: ¿cuáles son sus expectativas salariales?

“No entres en pánico y des un número cualquiera”, es el primer consejo que Carvajal ofrece a quienes se enfrentan a esta situación. En sus publicaciones, la especialista busca orientar a quienes desean encontrar trabajo y acceder a las mejores compañías del mundo.

La negociación empieza desde el inicio

Carvajal señaló que un error habitual es pensar que las negociaciones salariales comienzan al final del proceso de selección, cuando la empresa hace la primera oferta. Según explicó, en realidad estas conversaciones empiezan “en el primer momento en que abres la boca para hablar de números”.
Para ilustrarlo, planteó el siguiente ejemplo: “Imagínate que tú dices que estás buscando 50.000 euros porque ahora mismo sería el salario de tu vida”. Sin embargo, si el presupuesto aprobado para el puesto era de 60,000 a 90,000 euros, dar una cifra por debajo implicaría perder la posibilidad de acceder a un mejor salario, mientras que pedir más de lo previsto podría significar quedar fuera del proceso.

Carvajal subrayó que no existe una respuesta única o correcta para esta pregunta, pero sí alternativas mejores que permiten manejar la situación con más estrategia.

Tres respuestas recomendadas

La especialista presentó tres fórmulas concretas que pueden ayudar a los candidatos a desenvolverse en una entrevista sin cerrarse oportunidades:

• Buscar más información: “Gracias por sacar este tema, de hecho yo también quería preguntarte sobre esto. ¿Tendrías ya una horquilla salarial aprobada para este puesto?”.
• Para ganar tiempo: “Todavía necesito entender un poquito más los requerimientos de este puesto antes de poder darte un número concreto”.
• Si insisten en una cifra: “Ahora mismo estoy postulando ofertas que van desde unos 50.000 a unos 70.000 euros, pero para serte un poquito más concreta necesitaría ver la totalidad de beneficios que estuvieran incluidos en la oferta final”.

Con estas alternativas, Carvajal propone que los candidatos eviten respuestas precipitadas y puedan sostener negociaciones más informadas durante los procesos de selección.