La brecha de la vejez ¿Qué pasa al llegar a la jubilación sin cotizaciones completas?

La ley en El Salvador establece que la afiliación al Sistema de Ahorro para Pensiones es obligatoria e irrevocable para los trabajadores del sector privado, público y municipal.

El retiro laboral debería ser una etapa de merecido descanso y seguridad económica. Sin embargo, para muchos salvadoreños, la realidad es muy distinta. El no haber cubierto el mínimo de cotizaciones para acceder a una pensión digna obliga a seguir “sobreviviendo el día a día”, tal como relató Mayita, una mujer que, a pesar de sus 13 años en su último empleo, se quedó sin los beneficios de la jubilación. Su experiencia visibiliza una problemática social y legal crucial en El Salvador.

El vacío legal que afectó a Mayita

Mayita trabajó 13 años para el sector privado, pero su empleador no realizó las cotizaciones al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ni a la AFP.

“Hablaré del último empleo porque es el que no me generó beneficios ya para una pensión. Porque con los empleados anteriores sí tuve beneficio de cuentas y todo lo demás. En ese caso en el último empleo pues fueron 13 años de labor donde trabajé para profesionales en la odontología, pero no le gustaba pagar mi seguro social, solo me pagaban lo normal del mes.

Esta práctica, lamentablemente común en el pasado, dejó a Mayita sin los años de cotización necesarios para cumplir con los requisitos de la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP) y el Sistema de Pensiones Público (SPP).

El SAP, creado en 1996, establece que los afiliados en El Salvador tienen derecho a una pensión de vejez cuando cumplan 60 años de edad (hombres) o 55 años de edad (mujeres), siempre que registren como mínimo veinticinco años de cotizaciones, continuas o discontinuas.

¿Cuál es la alternativa de jubilación al no cumplir con los requisitos?

Al llegar a la edad de retiro sin cumplir con los 25 años de cotizaciones, la ley prevé un mecanismo de reintegro de fondos, que fue precisamente la experiencia de Mayita:

“Cuando uno ya tiene la edad de retiro, ya le dan el reintegro de lo que uno poseyó durante X cantidad de años.”

Según la Ley SAP:
El afiliado que cumpla la edad legal para pensionarse por vejez y no reúna los requisitos de tiempo de cotizaciones tendrá derecho a la devolución del saldo de su cuenta. La devolución puede elegirse en un solo pago o en seis anualidades. Si el tiempo cotizado es inferior a seis años, se efectuará en un solo pago.

Mayita relata que el monto recibido fue un alivio temporal que se consumió rápidamente por emergencias médicas familiares, dejándola sin un ingreso fijo:

“Así que ese valor que recibí para ese entonces fue antes de la pandemia, ayudó un poquito para la casa y todo, pero luego vino la pandemia, mi madre se puso muy delicada y prácticamente el dinero,ayudó para ese tipo de gasto. Y ahí finalizó, digamos, ese ingreso.”

Las consecuencias de no tener una pensión fija

Para Mayita, la falta de una jubilación se traduce en una vida de incertidumbre y limitaciones económicas: inseguridad financiera porque al no tener un ingreso fijo y tener que depender de sobrevivir el día a día lo que hace es trabajar con ventas por catálogo o servicios de limpieza, lo cual no le genera un monto fijo. Depende de que los clientes le compren o la contraten, esto le dificulta ajustar para llegar a fin de mes.

Otro problema es que enfrenta barreras de crédito, ya que por su situación, se le imposibilita sacar un crédito para invertir en su negocio o incluso sacar electrodomésticos de contado.

Y algo que la ha afectado también es el acceso a la salud por la dificultad para costear servicios médicos básicos, obligándola a elegir entre la atención de salud o la subsistencia: “o voy al médico y me quedo sin plata o me quedo con la plata porque no hay a durar para el fin de mes o busco una unidad de salud que en la actualidad pues a veces no es fácil.”

Un llamado a la juventud de cara a su jubilación, y a la supervisión patronal

Mayita hace un llamado a la juventud a informarse y a exigir sus derechos, reconociendo que la falta de supervisión fue un problema durante su vida laboral: “En ese tiempo lamentablemente nunca se les obligó ni fueron supervisadas las empresas donde tenían los empleados.”
Respecto a las nuevas generaciones, su consejo es enfático: no solo pensar en el sueldo inmediato, sino en los beneficios a futuro.

“El joven tiene que estar bien informado sobre sus derechos laborales. Porque realmente el joven casi no se informa y solo se deja contratar, pero no pregunta qué beneficios puede tener, qué me va a dar la empresa y todos esos requisitos que uno debería de conocer desde el momento en que uno empieza a trabajar.”

El problema actual: La ley en El Salvador establece que la afiliación al Sistema de Ahorro para Pensiones es obligatoria e irrevocable para los trabajadores del sector privado, público y municipal. El empleador tiene la obligación de declarar y pagar las cotizaciones dentro de los primeros diez días hábiles del mes siguiente. El incumplimiento de esta obligación por parte del empleador constituye una infracción y es sancionado con multas.

En el caso de Mayita y muchos otros, la falta de acción oportuna del empleador, o la omisión en la fiscalización en el pasado, ha generado una vejez con mucha incertidumbre, un problema que la Ley SAP buscó evitar al declarar que es responsabilidad del Estado brindar la seguridad económica para enfrentar las contingencias de invalidez, vejez y muerte.

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