El Instituto de Garantía y Depósitos (IGD) los define como “aquellos pequeños gastos que, aunque parecen insignificantes al momento, suman cantidades considerables a largo plazo”. “Se les llama ‘hormiga’ porque, al igual que estos insectos, son diminutos pero constantes”, agrega la cuenta de TikTok Finanzas y Bienestar.

 

Debido a la invisibilidad de estos gastos, los expertos los consideran peligrosos, pues los notas hasta que ya se han acumulado. Esta situación te aleja de tener una buena salud financiera.

“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”. Benjamín Franklin.

Para identificar un gasto hormiga debes saber distinguir entre necesidad y deseo. En la primera categoría entran todos los gastos fijos como vivienda, transporte, alimentación y servicios públicos (agua, luz e internet); mientras que la otra abarca gastos variables en entretenimiento, vestuario y gustos ocasionales.

En este sentido, los gastos hormiga son desembolsos innecesarios que generan una satisfacción momentánea dirigida por un deseo. “Es importante poner atención a los deseos porque cuando son frecuentes pueden dañar nuestras finanzas”, se señala en el artículo “¿CÓMO AHORRAR SI NO ME ALCANZA EL DINERO?”, elaborado por dos docentes del Departamento de Contabilidad y Finanzas de la UCA.

Unos ejemplos comunes de gastos hormiga son: los snacks que adquieres a diario, las propinas, el gasto en vicios como cigarrillos o alcohol y, por supuesto, cualquier compra impulsiva.

Aunque estos gastos puedan no verse grandes cuando los haces, al sumarlos te das cuenta que es una cantidad considerable. “Si dimensionamos lo que gastamos en gustos y deseos nos daremos cuenta de que hemos perdido la oportunidad de ahorrar mucho dinero”, indica el consultor Hernán Alvarado Carabante en su artículo “¿Y el ahorro para cuándo?”, publicado en la Revista Realidad Empresarial.

¿Cómo afectan las finanzas personales?

No es que gastar en antojos esté mal, sino que al hacerlo de manera repetitiva y, muchas veces, inconciente se vuelve importante con el tiempo, provocándote serios problemas financieros.

• Endeudamiento

Por lo general, los gastos hormiga no se registran, lo que no solo genera un desorden en el presupuesto sino que puede hacer que gastes más de lo debido.

Si no mides tus compras impulsivas, y peor aún no sabes cuánto realmente gastas en ellas, puedes sumergirte en un fuerte endeudamiento.

“Si usted gasta más de lo que gana, es solo cuestión de tiempo para que se vaya a la quiebra”. Fisherman.

• Imposiblidad de ahorrar

Cuando se tienen muchos gastos hormiga el dinero suele “no alcanzar” para otras áreas. Se llega a creer que “no se tiene lo suficiente para ahorrar”; esto puede hacer que, en algunos casos, recurran a préstamos para solventar imprevistos.

Ese dinero gastado en pequeñas cosas podría haberse usado de manera más productiva.

“Si añades poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho”. Hesíodo.

¿Cómo fumigarlos?

Una vez que hayas identificado tus gastos hormiga, puedes elaborar un plan para “fumigarlos”. No se trata de eliminarlos de manera tajante, sino gestionarlos mediante un presupuesto.

De acuerdo con Nikol García, CEO de KOIN, para tener finanzas sanas no se necesita prohibir los placeres, pero sí planificarlos adecuadamente. “Antes de que te paguen haz las cuentas y decide cuánto se puede usar para gastos hormiga. Así puedes asignarle la cantidad que sientas que no va afectar el resto del presupuesto”, indica.

“Es poder decirle a su dinero adónde se tiene que ir, en vez de ver el retrovisor y preguntarse ‘¿a dónde se fue?'”, señala Marilú de Burgos, asesora de Fisherman Wealth Management.

La experta asegura que el presupuesto, a pesar de verse como “esa herramienta aburrida que va a ser de poco valor”, permite “modelar diferentes decisiones financieras que estamos por tomar y ver el impacto que van a tener”.

“El presupuesto te acompaña para poder decir, con seguridad y certeza, ‘sí puedo’ o ‘no puedo’, ‘sí debo’ o ‘no debo'”, agrega Alfredo Escalón, otro consultor de Fisherman.