¿Puedo comprar una casa con mi pareja sin estar casado? Esto dicen las leyes de El Salvador

Dic 16, 2025 Consejos

Cuando una pareja no casada decide adquirir una vivienda, surgen dudas sobre derechos, obligaciones y protección legal. La ley salvadoreña establece lineamientos específicos que muchas veces pasan desapercibidos.

Cuando una pareja desea comprar una vivienda en El Salvador suele consultarse si es por bienes mancomunados o por bienes separados, sin embargo, no todas las parejas se encuentran bajo el matrimonio, por lo que surge la duda: ¿puede una pareja comprar una casa sin estar casada?

La respuesta es positiva en la mayoría de los casos, pero existen ciertas aristas a tomar en cuenta. Principalmente si la propiedad será adquirida por ambos o estará a nombre de uno de los convivientes.

En el caso de que la propiedad se adquiera a nombre de ambos, la legislatura salvadoreña avala esta opción porque “la familia no está conformada solamente cuando existe un matrimonio”, según explicó el abogado especialista en Derecho Familiar, Constitucional y Administrativo, Leonardo Gallegos, a La Prensa Gráfica.

“Sí puede, sí puede una persona comprar (el inmueble) y ponerlo a nombre de los dos. Principalmente porque las compraventas se dan con base en la libertad de las personas”, aseguró Gallegos.

Pero si los convivientes desean que la propiedad aparezca a nombre de uno de ellos, aunque ambos vivirán en el inmueble, existe una cláusula legal para hacer eso. ”Si él la va a comprar (la casa), pero ella va a recibirla a su nombre, lo que tocaría sería establecer algo que se llama uso de la vivienda familiar”, explicó el abogado.

El uso de la vivienda familiar es un derecho que establecen dos personas, ya sea que sean cónyuges o convivientes, en el cual establecen que la familia, ellos dos y los hijos de estos, va a estar asentada en cierto lugar y que ahí se va a resguardar. Es un derecho que se inscribe en el en el Centro Nacional de Registro (CNR).

Además, el uso de la vivienda familiar en El Salvador se rige por el artículo 46 del Código de Familia, que protege el hogar familiar para que no pueda ser vendido o hipotecado sin el consentimiento de ambos convivientes o cónyuges.

Este derecho se puede hacer ante un notario, jueces de familia, jueces de paz o jueces de niñez en caso de que sea a favor de los hijos.

Si la vivienda está a nombre de mi pareja ¿cómo puedo reclamar mi derecho sobre la propiedad?

Ante esta interrogante, Gallegos afirmó que lo más recomendable, además de asentar el uso de vivienda familiar en el CNR, es guardar comprobantes de pago debido a que, al ocurrir una separación, la legislatura salvadoreña implementará las reglas del Régimen de la Participación en las Ganancia, establecidas en el artículo 119 del Código de Familia. “Los bienes adquiridos a título oneroso durante la unión y sus frutos, así como los que produjeren los bienes que cada conviviente tenía a la iniciación de la unión, se aplicarán a ambos convivientes o sus herederos, las reglas del Régimen de la Participación en las Ganancias”, estipula dicho artículo.

Igualmente, en el caso de que uno de los convivientes fallezca, el derecho de la propiedad pasará al sobreviviente y a los hijos de la pareja, en caso de que no existen hijos, el único dueño será el sobreviviente, siempre y cuando la vivienda se registre en el CNR bajo el derecho de uso de vivienda familiar.

¿Cuánto porcentaje tengo que pagar por la vivienda?

El porcentaje a cancelar por la compra de la vivienda dependerá de la pareja, ya sea que la casa se adquiera a nombre de los dos o a nombre de uno de los convivientes. Asimismo, el porcentaje de cancelación de ambas partes se colocará en la compraventa del inmueble.

No obstante, cuando el financiamiento se tramita únicamente a nombre de uno de los convivientes, es poco probable que una institución financiera tome en cuenta el aporte económico del otro, ya que los bancos suelen otorgar el crédito basándose exclusivamente en la capacidad de pago del solicitante. En estos casos, la aprobación dependerá de las políticas internas de cada institución.

¿Cuáles son los riesgos de adquirir una vivienda sin estar casado?

  • Falta de reconocimiento de aportes económicos
    Si la propiedad quedó a nombre de una sola persona, la otra puede tener dificultades para demostrar cuánto aportó y exigir que se le reconozca esa inversión en caso de separación.
  • Inseguridad jurídica
    A diferencia del matrimonio, que tiene procesos definidos para dividir bienes, las parejas no casadas dependen de acuerdos privados, negociación directa o de un juicio civil, ya que no existe un procedimiento determinado, por lo que puede hacer más lenta y complicada la relación.
  • Mayor probabilidad de litigios largos
    Cuando no existe un régimen matrimonial que regule la propiedad, cualquier desacuerdo se debe resolver a través de juicios ordinarios, que suelen ser más extensos y costosos.
  • Problemas con el pago de la deuda
    Si ambos pagan la hipoteca o el crédito y este trámite está solo a nombre de uno, el otro no puede exigir a la entidad financiera ningún derecho, aun cuando haya contribuido. Además, si la relación termina, uno puede dejar de pagar y afectar el historial del titular.
  • Posible uso exclusivo del inmueble por una de las partes
    Aunque ambos tengan derecho, si uno se queda viviendo allí tras la separación, puede ser complicado exigir un uso justo, turnos o una compensación económica sin un acuerdo previo.

 

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