¿Qué debe contener la próxima reforma de pensiones que pide el FMI para 2026?

Oct 24, 2025 Jubilación

Una nueva reforma al sistema de pensiones debe adoptarse para 2026 si el Gobierno salvadoreño planea seguir accediendo al financiamiento de $1,400 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que además le abre financiamiento adicional de otras entidades.

El 10 de febrero de 2026 (fecha de referencia) debería estar publicada la nueva propuesta de reforma elaborada bajo apoyo técnico del FMI y tras realizar una evaluación actuarial independiente del sistema de pensiones, que el Gobierno debió entregar en julio pasado y luego pospuso para finales de este mes.

Según el FMIla reforma, que podría entrar en vigencia a mediados del próximo año, es necesaria para contener el déficit fiscal y restaurar la sostenibilidad del sistema.

Pero, ¿qué cambios deberán implementarse al sistema previsional?

Reforma de 2026: modificación de parámetros

Para Patricio Pineda, experto en pensiones y fundador de la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna, la reforma de 2026 deberá trastocar inevitablemente tres parámetros impopulares: edad de jubilación, tiempo de servicio y porcentaje de cotización para la pensión.

Estos parámetros son los tres más famosos de un mínimo de 17 que determinan la sostenibilidad o insostenibilidad de un sistema pensional. La reforma de 2026 será, en esencia, un ajuste de dichas paramétricas.

En el caso salvadoreño, la edad de retiro para acceder a la pensión es de 60 años para hombres y de 55 para mujeres, y el tiempo de servicio son 25 años de cotizaciones continuas o discontinuas.

Mientras el porcentaje (o tasa) de cotización es el 16 % del salario mensual, del cual el trabajador aporta el 7.25 % y el empleador el 8.75 % restante.

La próxima reforma debería aumentar los tres.

Pero para que el sistema no tambalee con el tiempo, hay que equilibrarlos con otros parámetros como salario básico regulador (SBR), fórmula de cálculo, cartera (o portafolio) de inversiones de los instrumentos, cobertura y otros.

“Si usted se queda solo con tres parámetros, por más buena que sea su medida, el sistema se vuelve insostenible a la vuelta de la esquina: científicamente comprobado. Debe tener un equilibrio”, Patricio Pineda.

EDAD DE JUBILACIÓN, MASA SALARIAL Y MERCADO LABORAL

Por ejemplo, si se aumenta la edad de jubilación se debe mejorar la actual fórmula de cálculo y subir los salarios para que crezca la “masa salarial activa” del sistema, que es lo que los contribuyentes en conjunto aportan mensualmente al fondo de pensiones.

La actual fórmula matemática —cuya falencia está en su aplicación generalizada sin contemplar cada caso concreto de los cotizantes, según el experto— y la baja masa salarial, que durante 2023 totalizó $7,500 millones, son las causantes de las bajas pensiones.

“No puede esperar mejores pensiones si los salarios promedio son abajo de $500, tiene que aumentar“, precisa Pineda.

En ese sentido, el aumento a la tasa de cotización, tanto si se recarga al empleado, al patrono o a ambos, debe ir ligado a un incremento salarial.

Robustecer el mercado laboral es otro parámetro clave al subir la edad de jubilación. Aunque el sistema de pensiones como tal no puede mejorar el mercado, según Pineda, “está obligado a presionar técnicamente para que sobreviva como tal”.

TIEMPO DE SERVICIO, COBERTURA Y PORTAFOLIO DE INVERSIONES

Por otro lado, el aumento al tiempo de servicio debe contemplar cambios en al menos otros tres parámetros: cobertura pensional, portafolio de inversiones del fondo de pensiones y fórmula de cálculo.

Es imperante ampliar la cobertura (la cantidad de gente que cotiza a una pensión) formalizando al sector informal, que actualmente no guarda esperanzas de jubilación por no cotizar a ningún instituto de pensiones, sostiene el analista.

Incluir a este sector también aumentará la masa salarial —lo que contribuirá a subir el monto de las pensiones— y no recargará el impacto en un pequeño grupo de cotizantes como ahora.

“Son 958,000 personas las que actualmente cotizan mes a mes al sistema, de un total de casi 4 millones de aptos para cotizar (mayores de 18 años, según el Censo 2024). Eso es una nada. Tiene que ampliar la cobertura”, Patricio Pineda.

El Salvador tiene 3,394,385 personas aptas para cotizar antes de cumplir la edad de retiro (1,729,423 mujeres entre los 18 y 54 años y 1,664,962 hombres entre 18 y 59 años).

También es clave mejorar el portafolio de inversiones, que son los instrumentos financieros en los que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) invierten las aportaciones de los trabajadores.

Es esencial buscar inversiones que aumenten la rentabilidad de cada cuenta individual.

“Tiene que mejorar el portafolio de inversiones para que crezca la rentabilidad percibida per cápita en el fondo de pensiones. Es decir, que cada cuenta individual realmente tenga buenas tasas de interés devengadas en el año”.

Fórmula de cálculo y tiempo de servicio

Si se incrementará el tiempo de servicio, Pineda anota que también debe establecerse el salario básico regulador (SBR) como fórmula de cálculo de pensión para los obligados al sistema (3,593,498 personas hasta abril de 2023).

El SBR es una fórmula que sí evalúa el caso concreto de cada cotizante al tomar de base el último salario devengado para calcular la pensión, a diferencia del vigente cálculo matemático aplicado a todos de manera uniforme.

El cálculo de pensión con SBR se hace así: si el SBR se define con base a los últimos 120 salarios, se suman los últimos 120 sueldos y el resultado se divide entre 120 para obtener el promedio. Ese promedio (o porcentaje) es lo que corresponderá de pensión respecto al último salario devengado.

Después de implementar el SBR, hay que aumentarlo en los primeros 10 años y luego reducirlo:

“Es una técnica actuarial que se ocupa para ir mejorando el cálculo, amén que el monto de pensión comience a subir por sí solo, cada año de los nuevos por retirarse”, Patricio Pineda.

El porcentaje de SBR mejorará según el incremento salarial, plantea Pineda. Si las remuneraciones suben, se deben definir menos años de SBR para que el porcentaje sea más alto, y si se mantienen igual, más años de SBR.

En El Salvador, antes de la reforma de 2017, el SBR era el promedio de los últimos 120 salarios (10 años) cotizados.

Aumentar tasa de cotización disminuyendo impacto en las empresas

El aumento a la tasa de cotización plantea una interrogante crítica: ¿a quién recargarlo: al empleador, al trabajador o a ambos?

Según Pineda, en otros países se aumentó la tasa de cotización hasta 3 o 4 % del lado patronal.

Eso, opina, se puede replicar en El Salvador tomando como antecedente la cotización para el Instituto Salvadoreño Seguro Social (ISSS), donde del 10 % descontado al salario, el 7 % lo aporta el patrono y el 3 % el trabajador.

Una forma de que el empresariado absorba el impacto de aumentar su cotización es incrementando los salarios de los cotizantes, con base a la división de la masa salarial activa al fondo de pensiones entre el PIB real de El Salvador. El factor resultante es lo que se incrementará anualmente a los salarios, pero se destinará directo al fondo de pensiones y luego se invertirá fuera del país (no en deuda pública) a mejores tasas de interés para generar rentabilidad.

La reforma de pensiones de 2022 cargó 1 % más al patrono, aumentando la tasa de un 15 % a un 16 % sobre el salario.

Categorizar a los informales: primer paso para ampliar cobertura

Ampliar la cobertura pensional tendrá un efecto positivo en el monto de las pensiones al potenciar la masa salarial y el caudal del fondo, asegurará una jubilación a la población informal, según la perspectiva del analista.

El primer paso es identificar y categorizar a los informales, creando un censo con indicadores nuevos que los englobe en cuatro clases: empleados dependientes, micro y pequeños empresarios, medianos y grandes empresarios y autónomos o independientes.

“Si usted tiene clara la cantidad de gente que está en una de las categorías comienza (a incluirlos en el sistema), ya sea a través de una política pública o una medida gradual de incorporación”, aduce Pineda.

Para el experto es necesario darles incentivos para que coticen al sistema, como un subsidio “lo más alto posible” a su cotización, donde el Estado subsidie, en calidad de patrono, una parte de la tasa de cotización que le compete al trabajador.

Acceso gubernamental al fondo de pensiones

Otro aspecto fundamental de una reforma es bloquear el acceso discrecional del Gobierno al fondo de pensiones, según el experto. Una de las condicionantes del FMI en ese punto es transparentar la información sobre el uso y manejo de las finanzas del fondo.

“Si no le quita las manos a los políticos del dinero de los trabajadores no va a hacer absolutamente nada. Esa discrecionalidad que tiene el Gobierno del uso de los fondos de los trabajadores es un cáncer, un veneno terrible”, señala Pineda.

Con la reforma de 2022el Gobierno eliminó el límite de emisión de deuda desde el fondo, y tras el canje de la deuda de pensiones de abril de 2023 puede prestar de los ahorros sin abonar capital ni intereses por cuatro años. Desde entonces ha tomado $2,527.80 millones hasta julio de 2025.

¿Por qué aumentar edad de retiro, tiempo de servicio y cotización?

El experto explaya que la razón principal por la que deben aumentarse los tres parámetros es por la longevidad de la población, que ha aumentado respecto a 2007.

“Estadística y demográficamente hablando nuestra población cada vez es más longeva. El resultado del Censo 2024 arroja que en El Salvador ya hay un 1 % más de adultos mayores nuevos, casi 1 millón, que en 2007”.

Esto implica que un sistema de reparto —en el que las cotizaciones de los trabajadores activos pagan las pensiones de los jubilados— no sería posible demográficamente, ya que exige al menos nueve cotizantes jóvenes para subsidiar una pensión.

“Y si ya tienes nueve adultos mayores nuevos, demográficamente no es sostenible un sistema tal cual. Hay que aumentar la edad (de jubilación)”, afirma.

Para 2007, la población mayor de 50 años en El Salvador era de 542,191 personas, una cifra que creció a 1,539,288 personas según el Censo de 2024. Es decir que ahora, hay 997,097 adultos mayores más que en 2007, con un incremento del 183 %.

Un estudio reciente de la CEPAL prevé que El Salvador será una sociedad envejecida en 2031 y una “muy envejecida” en 2050. Para 2070, los mayores de 60 años en el país representarían el 26.7 % de la población. Actualmente representan el 14.83 %.

Para Pineda, el contenido concreto de la nueva reforma dependerá de lo que arroje la valuación actuarial programada para este mes y el correspondiente estudio actuarial, si se ejecuta.

La valuación actuarial es un diagnóstico que revela los resultados financieros, fiscales y previsionales de la reforma de 2022, mientras el estudio actuarial es el que se hace previo a la reforma de 2026 que pide el FMI.

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