El nacimiento de un bebé es un hecho importante en el que convergen diferentes actores sociales como la familia y el Estado, y en ocasiones la iglesia.

Tras el alumbramiento, los progenitores deben llevar a cabo una serie de atenciones que le permitan al bebé tener una apropiada calidad de vida.

Si bien los trámites más conocidos son el asentamiento y el control de vacunas, no son lo únicos que los neonatos requieren, por ello LA PRENSA GRÁFICA conversó con diversos especialistas para compilar las diligencias necesarias, a partir de tres enfoques: médico, legal y religioso (cristianismo).

ASPECTO MÉDICO

Médicamente, un recién nacido es aquella persona que tiene entre 0 a 28 días de vida. De acuerdo al pediatra neonatólogo Amílcar Herrera, el 90 % de los nacimientos se desarrollan sin complicaciones, mientras que el 9 % de los bebés presentan algunas problemáticas de talla, peso, color o temperatura y el 1 % restante requiere atenciones especializadas por la gravedad de su salud.

Existen dos tipos de neonatos: a término, cuando el embarazo dura entre 37 y 42 semanas, y los prematuros, aquellos que nacen antes de las 37 semanas. Estos últimos suelen precisar mayores cuidados debido a la reducción del tiempo en el desarrollo de sus órganos; sin embargo, la pediatra Laura Avelar asegura que dichas complicaciones se van solucionando a partir de los seis meses de vida (dependiendo de la edad gestacional del prematuro).

En El Salvador, el alumbramiento está regulado por la Ley Nacer con Cariño para un Parto Respetado y un Cuidado Cariñoso y Sensible para el Recién Nacido (aprobada en el 2022), en la cual se establecen los procedimientos que el personal de salud debe seguir en el parto, ya sea vaginal o por cesárea.

La doctora Avelar explica que las primeras atenciones son inmediatas e incluyen: asear y dar calor al bebé; tomar sus signos vitales; aspirar la mucosidad y otras sustancias de la boca, nariz y garganta para que el bebé pueda respirar adecuadamente y finalmente brindar labores de estimulación.

Además, se realiza el imprescindible “contacto piel a piel”, que consiste en colocar el cuerpo desnudo del bebé junto al de su madre (en caso que esté delicada puede hacerse con el padre u otro familiar presente) para crear un “apego seguro” entre ambos. “Los primeros minutos son cruciales”, manifiesta la pediatra.

Si no hubo complicaciones en el parto, la madre y el recién nacido pueden dejar el hospital al día siguiente en caso de haber nacido por vía vaginal o tras 72 horas si fue una cesárea.

Al momento del alta, el centro asistencial brinda a los padres una ficha de nacimiento, conocida como “plantares”, la cual servirá para la inscripción del bebé en una municipalidad. El documento incluye:

• Las huellas de los pies del bebé
• Su nombre completo
• Datos que identifiquen a la madre y padre
• Fecha y hora exacta del parto
• Referencias de su talla, peso y perímetro cefálico
• Firma del personal sanitario que atendió el nacimiento

Los médicos recomiendan asistir a consulta pediátrica tras una o dos semanas del nacimiento para evaluar el desarrollo del bebé.

Esquema de vacunación

La vacunación es esencial para proteger contra enfermedades nocivas antes de entrar en contacto con ellas, ya que al inmunizarse el cuerpo activa sus defensas naturales y fortalece el sistema inmunológico produciendo anticuerpos que combaten a los padecimientos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas pueden aplicarse de tres formas: inyectadas, por vía oral y nebulizadas por la nariz (no disponible en todos los países).

En El Salvador, tanto el sistema de salud público como el privado rige su esquema de vacunación bajo los postulados de la Academia Americana de Pediatría y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos; sin embargo, presentan algunas diferencias en su suministro.

En los hospitales públicos y del Seguro Social se aplican dos vacunas a los recién nacidos: Hepatitis B y BCG (previene formas graves de tuberculosis), mientras que en los centros privados solo se coloca la primera.

De acuerdo al doctor Herrera, esto se debe a los factores socioeconómicos de riesgo como el hacinamiento, desnutrición y pobreza que pueden incrementar la probabilidad de contagio de tuberculosis, por lo cual la BCG previene las complicaciones graves de dicha enfermedad.

Las siguientes vacunas que reciben los bebés, a los 2, 4 y 6 meses son:

• Pentavalente
• Poliomelitis
• Rotavirus
• Neumococo conjugado

El seguimiento del esquema de vacunación se lleva a cabo a través del “control de niño sano”, un chequeo médico constante, que sirve para evaluar el desarrollo de los menores y que se extiende hasta los 18 años.

Dicho control se puede efectuar en unidades de salud comunitarias, del Seguro Social o clínicas privadas; para solicitarlo es necesario presentar la cartilla de vacunación otorgada por el hospital donde nació el menor.

Si el bebé no nació en un centro asistencial no requiere ningún documento, pero necesita informarlo al personal sanitario cuando inicie su vacunación, la cual debe ser lo más pronto posible ya que las primeras inoculaciones tienen tiempo límite para aplicarse.

ASPECTO LEGAL

Inscripción del nacimiento

En el ámbito jurídico, el principal trámite que se debe realizar cuando nace un bebé en El Salvador es el asentamiento del mismo en alguna de las 262 municipalidades.

El marco legal de dicha gestión está contemplado en la Constitución de la República, Ley Crecer Juntos, Ley del Nombre de la Persona Natural y Ley Transitoria del Registro del Estado Familiar y de los Regímenes Patrimoniales del Matrimonio.

La inscripción de menores es un proceso sencillo, rápido y gratuito que se realiza en la unidad de Registro del Estado Familiar (REF) de las diversas alcaldías y sirve para que las personas puedan ejercer sus derechos como ciudadano salvadoreño y cuenten con una identidad inequívoca.

A partir del 2023, los padres tienen un plazo máximo de 45 días hábiles para realizar el trámite (antes eran 90 días), si se pasan de ese tiempo recaerán en una multa, cuyo valor lo asigna cada comuna y puede rondar los $3.00, según expresa la jefa de REF de Zaragoza, Roxana Reyes.

Las únicas personas autorizadas para llevar a cabo el asentamiento son los padres del bebé; sin embargo, se permitirá algún otro pariente cuando estos hayan fallecido (llevar constancia). La presencia del menor sólo es necesaria cuando no nació en un centro asistencial.

Requisitos:

• Los padres deben residir en la municipalidad donde se asentará al bebé.
• Presentar la ficha de nacimiento, conocida como “plantares”, si el menor nació en un hospital público o privado. El nombre del recién nacido se asignará de acuerdo a los datos de dicho documento, es decir que no puede cambiarse al momento de la inscripción.
• En caso de haber nacido en el hogar se deben presentar dos testigos (no familiares) que sean del municipio y puedan firmar. También se requiere la presencia del bebé para tomarle las huellas.
• Los padres deben tener su Documento Único de Identidad (DUI) vigente; si son menores de edad pueden utilizar el carné de minoridad, pasaporte o licencia de conducir o si son extranjeros se requiere el pasaporte o tarjeta de residencia. En caso de no contar con alguno de estos documentos se solicita la presencia de dos testigos mayores de edad, pertenecientes al mismo municipio y que den fe del nacimiento del menor.
• Al finalizar el asentamiento se entrega una partida de nacimiento totalmente gratis.

Licencia de maternidad y paternidad

En El Salvador, el Código de Trabajo establece que la madre tiene derecho a 16 semanas de incapacidad remunerada, las cuales pueden distribuirse de la siguiente manera: 6 antes del parto y las otras 10 posterior a él. La ley también determina que ninguna mujer puede ser despedida o discriminada en su puesto de trabajo debido a su estado de embarazo.

Asimismo, desde el 2013, los padres cuentan con tres días de permiso por el nacimiento de su hijo.

Para solicitar estas licencias, los padres deben presentar a sus patronos una constancia médica que avale la gestación y la fecha probable del parto. Cabe destacar que, para gozar de dicho beneficio, la madre debe haber estado laborando para la misma institución por lo menos 6 meses antes del parto.

ASPECTO RELIGIOSO (CRISTIANISMO)

A diferencia de los aspectos anteriores, las ceremonias religiosas no son de carácter obligatorio, sino que dependen de la devoción de las familias.

La mayor parte de los salvadoreños profesan el cristianismo; sin embargo, dentro de él hay una serie de agrupaciones con sus propios ritos para dar la bienvenida a los bebés en su comunidad religiosa.

Iglesia Católica

El bautismo es la ceremonia religiosa más conocida y es el primer sacramento de los católicos.

“El bautismo es una orden que Dios dio a los apóstoles, cuyo significado actual es la fe que los padres le heredan a sus hijos”, expresa Juan Carlos Mejía, coordinador de monaguillos y miembro del Consejo Parroquial de San José Villanueva.

“Al ser bautizado se pasa a ser parte del reino de Dios” manifiesta Mejía, asegurando que cada iglesia lleva un archivo de los bautizos que realiza y que los feligreses pueden solicitar la certificación del mismo cuando lo requieran.

A pesar de no haber una restricción de edad para llevar a cabo la ceremonia, se recomienda hacerlo en los primeros años de vida, pues “el bebé carga con los pecados de sus padres” y en caso que el niño fallezca sin estar bautizado queda desamparado, expuso Mejía.

El acto cuenta con diversos momentos como: la presentación del menor, una oración hacia la familia, vertimiento de agua bendita sobre la cabeza del bebé, ungida de aceite y el encendido de una vela que simboliza la luz espiritual del bautizado.

Requisitos:

• Los padres deben recibir catequesis previa.
• El menor debe contar con uno o dos padrinos,  quienes sirven como testigos de la ceremonia y pasan a formar parte de la vida del bautizado comprometiéndose a guiarlo en un sendero de fe. “Un bautizo sin testigos es nulo”.
• Vestimenta blanca que simboliza el estar libre de pecados.

Iglesias evangélicas

En las diversas congregaciones evangélicas no se lleva a cabo el bautismo en niños pequeños, ya que consideran que dicho culto requiere que la persona sea consciente de su fe cristiana, por lo cual suelen permitirlo a partir de los 12 años de edad.

No obstante, realizan una ceremonia de presentación de bebés cuya significación es el compromiso que los padres adquieren con Dios para criar a los niños bajo los preceptos bíblicos.

“No es un acto de redención como en el caso del bautismo” afirma César Cruz, pastor general de la iglesia Maranatha de Santa Tecla. “Los niños son de Dios por lo cual no necesitan un ritual para limpiar sus pecados”, expone.

De acuerdo al pastor, la presentación es en alusión al antiguo testamento donde los judíos presentaban, a los ocho días de nacido, a sus hijos varones para circuncidarlos y así pasaban a ser parte del pueblo.

A diferencia de la Iglesia Católica, los evangélicos no tienen un itinerario exacto de la ceremonia pues cada misión (bautistas, pentecostales, testigos de Jehová, mormones, etc.) decide cómo llevarla a cabo. De igual forma, no requieren que los bebés vistan de alguna manera en específico.

Según el pastor Cruz, los únicos requisitos para presentar a un bebé son: que los padres sean conscientes de lo que hacen y que se mantengan activos en la iglesia. Además, recalca que los progenitores son los únicos que pueden realizar el rito pues son los responsables de la crianza del niño.

La ceremonia de presentación suele llevarse a cabo los domingos, que es cuando hay más feligreses presentes, quienes sirven como testigos de la celebración.